EDITORIAL AGRÍCOLA // Por: Profr. Evenor Idilio Cuellar
Apenas termina el verano y la demanda de forraje es muy alta. Durango se enfrentará a una sequía histórica (el invierno y primavera son secos). La selva, el bosque, los llanos, los valles y el semiárido están secos. Nos quedan nueve meses de posible sequía. Siempre y cuando el mes de julio del 2024 sea abundante en lluvias. Gracias a esta sequía se está evidenciando lo que en cincuenta años se dejó de hacer o se hizo mal. Antes de que mueran de hambre y sed, miles de vacas deberán venderse. No hay agua en presas y bordos ni pastos en los montes. Hay que reflexionar para el futuro y respetar la naturaleza.